Análisis de Gameindustri.
Como al final de cada año, en el medio Gameindustri se ha realizado un análisis e infografía de la evolución del mercado de los videojuegos en el pasado año.
La situación del mercado físico no es para nada buena. Hemos visto titulares estos días de que el 94% del mercado ya es digital.
Mal, pero no tanto
Quienes escribieron esos titulares han buscado un poco el sensacionalismo, pero no deja de enmascarar una realidad cada vez más preocupante. Si, el 94,2% del mercado es digital… ya que el 50% de ese mercado es de móviles (100% digital desde el primer momento) y otro 21% de PC (donde la cifra de ventas “digitales” (evidentemente, aunque compres un juego “físico” en PC solo vas a tener una clave de activación digital) es del 98%).
Eso no quita que el mercado físico en consolas no está en la UCI. En 2022 aproximadamente el 72% de las ventas fueron digitales (estadísticas tomadas de la página de gamesindustry.biz, que suelen ser muy fiables), es decir, está mal, pero no tanto como parecen querer indicar los titulares.
No hay una sola plataforma en la que el mercado físico sea mayoritario (reconocido por Nintendo y Sony, sin ser desglosados por Microsoft), siendo la más robusta en ese aspecto Nintendo, PlayStation se queda (según los datos ofrecidos por la propia Sony en su balance fiscal) en torno a la media de consolas (más de dos tercios del total) y Xbox que mayoritariamente era digital en la pasada generación se puede estimar en una aplastante mayoría del entorno de solo uno de cada 10 juegos es físico. Este dato es una estimación, pero no estará muy lejos de la realidad para ajustar el margen mencionado.
¿Que está pasando?
Pese a que si lo comparamos con el 2021 la situación ha mejorado (ya que en ese año casi se llegaba al 78% de carga digital,) no deja de ser una situación crítica, pero ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
Primeramente, hay que hacer una distinción en las dos opciones de distribución en las que se ofrecen los juegos (que pueden variar enormemente según el mercado en el que se realice el lanzamiento) que se reducen a dos. Mixto y digital (salvo que este equivocado ya no hay ningún lanzamiento puramente físico).
Es decir, ya de inicio hay determinados juegos que, independientemente de la plataforma en la que se lancen, únicamente se podrán adquirir en digital, siendo un ejemplo de esto el próximo lanzamiento de los videojuegos Persona 4 The Golden y Persona 3 Portable en todas las plataformas.
Ventajas de lo digital, todo al beneficio
En general el mercado digital tiene ciertas ventajas sobre el físico a medio plazo. La principal es el coste.
Normalmente los juegos digitales bajan muchísimo más de precio que los físicos, no es raro ver pasados unos meses (o más de un año) juegos con descuentos del 75% (o más) en las stores digitales, mientras que en formato físico se queda muchas veces en torno al 50%, bajando solo puntualmente más allá.
Además, no son pocas las veces en las que la edición digital se queda con una rebaja permanente, mientras que la física se mantiene o en caso de que haya una rebaja permanente no llega al valor de la digital. Esto hace que cuando se aplica a este valor reducido una rebaja puntual llega a un valor ínfimo de lo que cuesta su contrapartida física.
Y sí, soy el primero en reconocer que hay juegos que no me han llamado la atención lo suficiente de lanzamiento y al verlos con esas ofertas los he comprado en digital, al final de todo el presupuesto de juegos es limitado.
A esta diferencia de precio se le suma la distorsión que generan las tiendas de terceros que ofrecen tarjeta de saldo a un precio inferior al de la propia tarjeta, he llegado a ver en ocasiones un 15% extra en las mismas, lo que implica que al comprar el juego digital (independientemente de que tenga más o menos descuento en ese momento) puedes acumular hasta otro 15% extra.
Y no olvidemos el canje de puntos / monedas que puedes hacer en las consolas de Microsoft y Nintendo, en las que se puede abaratar (incluso hasta llegar al 100% del valor del juego) la transacción, pero al final del día eso son ventas digitales. Y para rematar, si se comparte la cuenta dos usuarios pueden disfrutar del mismo juego dividiendo el coste de este.
Dependiendo del sistema y conocimientos del usuario, incluso se puede adquirir el juego en otras stores, llegando incluso a poder adquirir el juego por menos de un cuarto de su valor de lanzamiento el mismo día de salida.
Poco o nada ayuda a la defensa del mercado tradicional la rebaja de la calidad en las ediciones de los juegos. Hasta hace poco más de 10 años comprabas el juego y tenías un manual más o menos detallado en el que te introducían el juego, mundo, personajes, instrucciones (ahorrándonos el ya sempiterno tutorial de avanza, mira, agáchate, salta, interactúa…), pero que no dejaba de ser un valor añadido a la compra del juego físico.
Además, mientras no se retira el juego de la Store, siempre estará disponible, mientras que determinados juegos y ediciones son carne de cañón para la especulación.
Físico contra digital, casi eterno
Por supuesto, la ventaja de tener físicamente el juego no son pocas, empezando por no tener que preocuparte de si el juego dejará o no de estar disponible o no (y más ahora que por primera vez una compañía ha pulsado el botón nuclear no solo prohibiendo la venta del juego, sino haciendo que desaparezca de las librerías de los usuarios, como es el caso de Ubisoft y el Assasin’s Creed Liberation), que esto no implica que tengas la certeza absoluta de poder jugar al juego que tienes físicamente en tu consola, hasta ahora no se ha dado el caso, pero (entiendo que eso solo sería bajo orden judicial) se podría forzar al fabricante de las mismas para bloquear el juego físico mediante una actualización del Firmware de la consola.
Futuro… ¿más negro?
Seamos sinceros, no pinta bien el futuro para los amantes del físico. Las compañías poco a poco nos empujan a ese formato. Antes las consolas tenían que leer del disco constantemente para reproducir el juego. Ahora, solo se comprueba que el juego sea legal y se copia al disco duro.
Se ha rebajado la calidad de las copias físicas, reduciendo la calidad de las cajas, eliminando los manuales, y cada vez es más difícil de encontrar un juego que funcione correctamente de inicio al poner el disco.
Respecto a esto, nos podemos encontrar tres casuísticas. La primera, el juego está casi perfecto (o perfecto) como pasa en algunos juegos de Nintendo, que pasan meses y siguen en la versión 1.0 o si se actualizan es para agregar contenido, pero que no afecta al funcionamiento del juego.
La segunda, que es la más habitual. El juego está en el disco, se puede jugar, pero tiene fallos que empañan la experiencia. (Caso aparte de esto serían los juegos que requieren de actualización online para la nueva generación al no incluir nada de la misma en el disco)
Por último, están los posavasos. El juego no está completo en el disco (Tos, Forza Horizon 5, tos Halo Infinite) o tiene fallos críticos que impiden su correcta ejecución o finalización.
Evidentemente esto desincentiva la compra del juego físico, ya que se depende de un parche que no se sabe cuanto tiempo puede estar disponible para la plataforma.
Y aún más negro
Y otra piedra más es el encarecimiento de los precios de los juegos constante. De costar 60 $/€ algunos pasaron a costar 70, y ahora se disparan hasta los 80 $/€. En un momento en el que hay una importante contracción de la economía y un descenso del poder adquisitivo, una subida de precios tan elevada provocará un descenso en las ventas al mismo tiempo que se acelera el paso a los servicios de suscripción (llámese PS Plus o GamePass)
No hay que olvidar que para las empresas es el camino más rentable. Se quitan intermediarios, hay que pasar por las Stores oficiales (con su impuesto del 30%, da igual la plataforma), y se acaba con las perdidas producidas por la reventa de los juegos físicos (solo hay que acercarse a la tienda más cercana y ver las cestas de segunda mano para ver el tamaño del problema)
Por eso, además, se están incrementando los juegos como servicio (GAS) en los que se amplía progresivamente la experiencia, a costa de retener al usuario conectado al juego. Pero eso deja de lado al jugador más tradicional que busca experiencias más concretas y centradas en el modo de un solo jugador.
Así que para los que apreciamos los juegos en formato físico o no tenemos tiempo para jugar juegos que requieren atención constante, solo nos queda seguir tocando en la cubierta mientras el barco se hunde…
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