Quedan 2 días, para el evento cósmico, para que los poseedores del acceso anticipado de Starfield puedan despegar hacia las estrellas, eso me ha hecho rememorar tiempos pasados.
Este post es sobre momentos personales y vivencias, ya que sobre Starfield (todavía) no ha llegado el momento.
Comienzos
Tras una infancia con la típica Gameboy y luego una Megadrive, como muchos que una vez fuimos niños nacidos en los 80’s tuve una PlayStation, y después la siguiente…en esa época existían cosas hoy prácticamente extintas, como los videoclubs, tiendas de videojuegos (no cadenas), había incluso de barrio o ciudades pequeñas como lo era la mia.
En una tienda en la que yo miraba tranquilamente juegos allá por el 2006 con apenas 19 años, recuerdo un dependiente/dueño que me habló maravillas de una consola y un juego, juego que en ese momento era exclusivo de xbox 360, se trataba de Oblivion.
Descubriendo Oblivion
Ahora todo el mundo lo conoce, sabe de que va y que posibilidades tiene y hay muchos juegos que han replicado sus planteamientos, pero para mi, en ese momento, lo que aquella persona me dijo sobre roleo, posibilidades (infiltrarte, sigilo, libertad en cuanto a vive tu propia aventura…) me parecía una fantástica fantasía y casi una exageración.
Tras unos meses de reflexión y un tráiler de tv de Gears Of War, decidí comprar mi primera Xbox, la compré con Oblivion y Kameo, entre otros, y luego vinieron muchos más. Recuedo donde vivía y en qué tv jugaba, y lo que sentí en mis primeros pasos por el mundo Cyrodiil, el descubrimiento de los logros, la absoluta inmensidad y las miles de opciones y posibilidades que ese juego me ofreció y cuanto lo disfruté.
Horas y horas de juego
No mucho después (2008) salió Fallout 3, juego del que también guardo grandes recuerdos y en el que pase grandes momentos de vicio, porque el Yermo es mucho Yermo.
En el 2010 llegó Fallout New Vegas, de Obsidian, y quizás el mejor Fallout, su ambientación y su humor y tramas tan trabajadas así me lo hacen recordar.
Pasaron los años, cambié de ciudad y de trabajo, siempre quise trabajar en algo mínimamente relacionado con videojuegos y acabe trabajando en la ya extinta Gamestop.
Hay una fecha que nadie puede olvidar, 11-11-11 ya que fue la elegida para la salida de su siguiente buque insignia, Skyrim. Recuerdo los cientos y cientos de juegos que nos llegaron a la tienda, y la alegría de la gente que venía a recogerlos, y como sentí que no era un juego más, era un evento de los videojuegos, un juego aún más ambicioso que Oblivion, y con dragones, que eso siempre suma.
Jugué cientos de horas, sin aburrirme ni sentir hastío, siempre queriendo ver que pasaba si me mordian los vampiros o me unía al gremio de ladrones o de asesinos (hermandad oscura) y hasta que no lo vi todo no pare de jugar.
El tiempo pasó, y en el 2015 salió Fallout 4, un juego inmenso, que además tuvo luego grandes expansiones y aunque fue un buen juego, quizás ahí ya la fórmula empezaba a dar las primeras señales de agotamiento, pero también jugué cientos de horas, y lo pase genial.
Evento cósmico
Ahora estamos en Agosto de 2023, y en cuestión de horas vamos a tener en nuestras manos la nueva entrega de Bethesda, su primera nueva IP desde hace ¿25 años?
Un juego con una ambición tremenda, ya que parece que su escala es algo nunca antes visto en ningún juego, algo que quizás todavía no concebimos lo grande que es, un shooter, un rpg, un juego de naves, uno de construcción…O TODO ELLO.
Yo ya he decidido qué edición quiero recoger el viernes dia 1 y se que no olvidaré este momento probablemente nunca ,es un evento cósmico de los videojuegos y sólo puedo soñar con surcar las estrellas en mi nave y descubrir los miles de secretos e historias que esconde STARFIELD.
FOR ALL, INTO THE STARFIELD
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